Tres poemas sobre la lluvia de Juan L. Ortiz


Rumor de lluvia
Rumor de lluvia. Flota el alma en una dulce soñolencia musical, y se pone del color del paisaje: verde hondo y húmedo contra gris errante; y se hunde en su temblorosa vaguedad; se hunde, se hunde. Leo. Leo como en una rumorosa lejanía de mí mismo. ¿Es la lluvia? -¿Es la lluvia? -No, no es la lluvia. Son las hadas del sueño que tocan los techos con floridas varillas, prenden gasas mojadas a los árboles y dan al alma esta gracia de serenidad flotante y triste... Anoche ha llovido Anoche ha llovido. Una lluvia ligera como un riego. El cielo es un celeste tierno de donde brota el mundo, nuevo, todo húmedo de brillos vegetales. Las cosas tienen el alma lejana de mi infancia disuelta en unos ojos queridos que lo llenaban todo de una maravilla amanecida y temblorosa de convaleciente.
Estos poemas pertenecen al libro Protosauce (1924-1933) y fueron incluidos en el tomo II de la nueva edición de la Obra Completa de Juan L. Ortiz editada en 2020 por Ediciones UNL y Eduner.
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